Los niños no tienen que ser rudos todo el tiempo: así puedes hacer que tu hijo sea más tierno
Una creencia popular es que casi todos los niños son muy diferentes a las niñas, en lo que a su comportamiento se refiere.
Muchas personas aseguran que son mucho más rudos, explosivos y poco cariñosos, y que se portan así por naturaleza.
Si bien algunas reacciones de tu hijo pueden estar marcadas por su personalidad y su edad, cada vez son más los especialistas que coinciden en que estas características no son innatas, sino que son resultado de las cosas que se les permite hacer y expresar.
Frases como «los niños no lloran» o «pórtate como un hombrecito» los marcan desde sus primeros años y evitan que los pequeños muestren positivamente sus emociones.
La buena noticia es que este no tiene que ser el caso de tu hijo. De hecho, tú como mamá juegas un papel vital para que tu varoncito rompa el estereotipo de niño rudo y poco cariñoso.
Todo tiene que ver con la educación y técnicas de crianza que sigas, en especial con inculcarle la inteligencia emocional. ¿Alguna vez lo imaginaste?
La importancia de la inteligencia emocional
El sitio Help Guide define la inteligencia emocional como la habilidad para entender, usar y gestionar las emociones de una manera positiva. Esto, a su vez, ayuda a reducir el estrés, comunicarse efectivamente, empatizar con otros y lidiar mejor con los problemas.
Cuando alguien le dice a tu hijo que mostrar sus sentimientos es «de niñas» o que debería reaccionar violentamente cuando alguien lo lastima, no promueve estas habilidades.
Por el contrario, hay muchas técnicas, juegos y hasta películas que le ayudan a comprender y manejar sus sentimientos lo que, a su vez, hará que se sienta cómodo con ellas.
A continuación, 3 cosas que puedes hacer para criar a un niño inteligente emocionalmente, tierno y cariñoso, de acuerdo con Help Guide y Todays Parent.
#1 A través de historias
Puedes leerle un cuento, ver con él una película o incluso dramatizar una situación. En cualquier caso, ayúdale a tu pequeño a identificar las emociones de cada uno de los personajes y deja que empatice con las situaciones que atraviesan.
#2 Permite que exprese sus emociones
Evita decirle cosas como «no es para tanto» o «no llores». Entiende que él tiene sus propios problemas y no siempre podrás resolverlos por él. Lo que sí puedes hacer es proveerle un lugar seguro para mostrar su tristeza, molestia o angustia.
#3 Lidera con el ejemplo
Es una de las reglas de oro de la maternidad: tu hijo no aprenderá algo que no vea en ti. Esto puede representar un gran reto si tú misma tienes problemas con la inteligencia emocional, pero intenta abrirte un poco para que tu pequeño lo absorba.
No temas mostrar y nombrar tus emociones enfrente de él (incluso la tristeza y el enojo) y habla con él acerca de cómo lidiarás con ellas o la importancia que tienen.
¿Tomaste nota de estos tips? ¡Ya estás lista para criar a un pequeño sensible y cariñoso! Si conoces otra forma de lograrlo, coméntala.
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