Tu pequeño hablará mejor si lo ayudas y repites frases cortas
Numerosas investigaciones ya se han encargado de demostrar que el lenguaje que los niños escuchan en sus primeros años de vida reviste una importancia mayúscula para el desarrollo de sus habilidades verbales futuras. Sin embargo, todavía no se sabía demasiado sobre el alcance que puede llegar a tener la repetición de frases cortas en la calidad y las características de su lenguaje.
Hoy te contamos, entonces, por qué es importante que las repitas y cuáles serían sus efectos en el desarrollo del habla de los pequeños.
La preparación de su cerebro
¡El perro! ¡Mira el perro negro! ¡El perro negro está jugando! Este tipo de frases cortas y repetitivas puede llegar a parecer, si no tontas, al menos un tanto pesadas para quienes las escuchan. Pero no para los bebés e infantes.
Nan Bernstein Ratner, una especialista en lenguaje de la Universidad de Maryland, realizó un estudio sobre este tipo de frases y observó que la cantidad de palabras que escuchan los pequeños tiene que combinarse con el contenido de la frase. Es decir, para que los niños puedan preparar su cerebro y poder comprender esa información, primero es importante que se nombre el objeto o persona de la que se habla y que luego se lo describa (repitiendo el nombre del objeto).
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La repetición es clave
En sus investigaciones, la experta se abocó a analizar un grupo de 125 familias con bebés de 7 y 8 meses y sus respectivos padres. Ratner estudió el comportamiento de los pequeños aproximadamente hasta los 2 años y comprobó que existe una relación entre la repetición frecuente de frases cortas y los niveles de lenguaje adquiridos. Entonces, si pronunciamos una frase larga con muchas referencias y descripciones juntas, lo más probable es que la criatura no logre captar ese caudal de información todo junto. Allí radica la importancia de este tipo de repetición. Según Ratner, «los niños comprenden primero la palabra perro, observan y luego la asocian. [...] La repetición los ayuda a distinguir cada parte de la oración».
Gracias a este tipo de investigaciones científicas podemos notar con mayor claridad que antes que la atención y la presencia de los padres durante los primeros años del pequeño poseen una importancia vital para su desarrollo no solo a nivel físico, sino también respecto a su lenguaje. Como puedes ver, repetir frases cortas con frecuencia realmente puede hacer una diferencia en la preparación cerebral del niño, que luego se verá reflejada en su lenguaje cotidiano. Y tú ¿acostumbras repetir estas frases?