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Mundo

Fiesta de las Ñatitas: la macabra tradición boliviana que rinde culto a los cráneos humanos

Publicado 15 Feb 2019 – 02:42 PM EST | Actualizado 15 Feb 2019 – 02:42 PM EST
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Cada cultura es un mundo, y cada país tiene sus propios eventos que conmemorar y su manera de celebrarlos. Pero las culturas como la boliviana, que se caracteriza por ser una combinación entre tradiciones católicas e indígenas, ha logrado despertar el interés de los más curiosos gracias a una de sus extrañas costumbres.

Y es que, al igual que los mexicanos, en Bolivia consideran que el Día de los muertos, el 2 de noviembre de cada año, los seres queridos que ya no están en este mundo visitan a sus familias para estar cerca durante ese día y recibir las ofrendas que les preparan.

Pero lo curioso es que, luego de esta celebración, el 8 de noviembre los bolivianos tienen la costumbre de celebrar el Día de las Ñatitas, una tradición muy extraña en la que los protagonistas son los cráneos de sus familiares.

¿Qué se celebra en la Fiesta de las Ñatitas?

Una semana después del Día de los muertos, el cementerio General de la ciudad de La Paz recibe a miles de devotos que llegan cargando cráneos humanos para celebrar el Día de las Ñatitas o de las narices chatas, según informa National Geographic. Los feligreses se dirigen hacia la capilla del cementerio con los cráneos humanos decorados con flores, gorras con los nombres, gafas y sombreros, con la intención de asistir a la misa y que reciban la bendición del cura.

Estos cráneos son llamados Ñatitas y son venerados por los bolivianos, ya que los consideran protectores del hogar, mágicos, y capaces de hacer milagros. Su importancia en las familias bolivianas es mucha, y por eso bautizan a estos cráneos, los decoran con pétalos y velas, les ofrecen cigarrillos y les rezan para aquello que quieran pedir, como si fueran santos católicos.

Los creyentes dicen que su Ñatita cuida y protege a todos los que viven bajo su mismo techo, y algunos incluso les atribuyen milagros como la cura de ciertas enfermedades.

Te estarás preguntando cómo es que estos cráneos llegan a sus manos. Pues bien, muchas veces se trata de restos exhumados de sus familiares, o regalos de algún amigo. Pero, en la mayoría de las ocasiones, lo que sucede es que los cráneos son robados de los cementerios y pasan de mano en mano por generaciones.

Además, cuanto más viejo es el cráneo, mejor visto y más poderoso es. Mientras que aquellas familias que llevan cráneos de bebés para el ritual, tienen intenciones de agrandar la familia. Además, los yatiris (curanderos) y los médicos aymaras, son capaces de determinar cuáles son las energías de un cráneo.

En la mayoría de las culturas, desenterrar muertos o tener calaveras en casa como si fuera un adorno es bastante macabro. Pero los aymara no tienen miedo ni se ven afectados de esa manera por la presencia de los cráneos; al contrario, se toman la mortalidad como una bendición, escuchan música alegre y bailan en el Día de las Ñatitas.

Luego de tener la bendición en el cementerio, las familias realizan fiestas en las que los cráneos son el centro de atención. Se colocan en mesas, rodeados de arreglos florales y velas, y los invitados bailan, comen y beben en su honor.

La celebración del Día de las Ñatitas combina catolicismo y creencias indígenas con la finalidad de agradecer a los espíritus que habitan en los cráneos y los protegen. Puede parecer realmente perturbador, pero los bolivianos lo hacen con total naturalidad y orgullo, pues es una bonita forma de tener presentes a los que ya se fueron y de ver lo positivo en un acontecimiento tan doloroso como lo es la muerte.

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