Según cifras del Departamento de Transporte de Texas, conductores ebrios podrían enfrentar una multa de $2,000 por la primera ofensa y hasta 180 días en la cárcel. También pueden enfrentar $4,000 por la segunda ofensa con un mes hasta un año en la cárcel y hasta $10,000 con 2 a 10 años de cárcel por una tercera ofensa. Crédito: Getty Images