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Adopción

Chilena viene a Texas para verse por primera vez con un hijo que le quitaron al nacer hace 38 años

Doña Hilda Quezada, una madre chilena abraza por primera vez a su hijo, después de haber sido separados hace 38 años cuando el menor, que nació prematuro fue dado en adopción de forma ilegal.
23 Sep 2021 – 06:29 AM EDT
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HOUSTON, Texas. -Hilda Quezada, una chilena de 65 años, dio a luz a un niño prematuro, por cesárea, en la época de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. En ese tiempo, asegura, los médicos le dijeron que el bebé había muerto y no le permitieron verlo bajo la excusa de que era muy pequeño. Ahora, 38 años después, Hilda se enteró de que su hijo no murió, sino que fue dado en adopción .

Ese bebé hoy es Tyler Graf, un bombero de Houston que durante un entrenamiento conoció a Juan Luis Inzunza, un colega chileno con quien compartió la historia de su adopción. Una corazonada hizo que Inzunza se pusiera en o con una organización chilena llamada “ Hijos y Madres del Silencio” que ayuda a familias que han sufrido situaciones siimilares.

La organización se hizo cargo del caso, durante la investigación se realizaron exámenes de ADN para confirmar la relación entre Hilda y Tyler y los resultados fueron 99.98% positivos. Tyler era ese hijo que Doña Hilda pensó que había muerto.

Documentos certificados por entidades del gobierno chileno, incluyendo un pasaporte con el nombre de Sergio Andrés Cuevas Quezada, indican que doña Hilda entregó voluntariamente al menor en adopción, pero ella y su familia alegan que tales documentos fueron falsificados.

En Chile se reportan miles de jóvenes que durante la dictadura de Augusto Pinochet fueron separado de sus padres, sin embargo, un informe de la Comisión Especial Investigadora de los Actos de Organismos del Estado, en relación con eventuales irregularidades en procesos de adopción e inscripción de menores, y control de su salida del país, señala que se tiene registro de adopciones ilegales desde los años 50 y agrega que los menores tienen derecho a saber su identidad como lo establece la Convención de Derechos del Niño.

Por su parte Hijos y Madres del Silencio ayuda con reencuentros como el de Hilda y Tyler. "Somos madres que buscan a sus hijos, así como también hijos que buscan a sus madres o familias biológicas", indica el grupo en su página de Facebook.

Agrega que se sabe que de Chile salieron 20 mil niños que siguen estando en el padrón electoral, cuentan con doble identidad, que no significa doble nacionalidad. Esos menores tienen dos nombres en el mundo y han sido llevados a 18 países, salieron de más de 85 hospitales y clínicas, sin contar las guarderías en donde también hay registos de desapariciones.

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La organización se a con Claudia, la hija de Doña Hilda. “Me señalan que había un hijo que la estaba buscando en Estados Unidos y yo dije "me están tomando el pelo" y comenzó este proceso, me mandaron fotos y comencé a ver el parecido", continúa Antinao Quezada.

Madre e hijo se comunican

Solo con evidencias circunstanciales se realiza una llamada por video que reúne por primera vez a madre e hijo. "Mi mamá tiene una voz muy dulce. La escuche, por primera vez me llamó hijo", dijo emocionado Tyler Graf.

Un mes antes de la llamada, doña Hilda se enteró por Claudia de este milagro agridulce. "Contarle que había un hijo vivo fue la noticia más impactante que pudo recibir y fue enterarse que este angelito que estaba en el cielo había bajado a la tierra y además en unas condiciones muy espantosas", asevera la joven.

Tras comprobarse que Tyler era ese hijo que Hilda no pudo abrazar en la cama de hospital de Temuco, la idea era que el joven viajara a su país natal.

Para sorpresa de Tyler, los planes cambiaron

El reencuentro fue posible gracias a un empresario de Houston que supo de esta historia. Doña Hilda Quezada, quien vive en una zona rural cercana a Temuco al sur de Chile, nunca había viajado en avión, pero sabía que era ahora o nunca. " Me preparé emocionalmente para este viaje porque le tengo terror a los aviones", dijo Quezada, mamá biológica de Tyler Graf.

La familia de Tyler llegó a Houston el sábado 18 de septiembre al Aeropuerto Intercontinental George Bush y aun no podían creer que aquí estaban.

Osvaldo Corral coordinó con Tyler, para asistir a una fiesta creyendo que solo se trataba de una entrevista. “Estoy emocionado de conocer otras personas de la comunidad chilena y veremos si puedo estar en vivo en el canal nacional de Chile para contar a mi familia mi lado de la historia”, decía Tyler mientras conducía.

Al llegar a la fiesta, doña Hilda casi se desmaya al ver escondida desde una ventana cuando llegó Tyler al recinto. “Quería salir corriendo acá donde estaba. Era muy emocionante, por fin lo voy a tener ahí”, expresó.

Así fue el emotivo encuentro

Osvaldo fingió estar haciendo una entrevista a Tyler que comienza a describir qué hará cuando vea a su mamá y fue cuando doña Hilda lo sorprendió.

Doña Hilda le trajo regalos para su hijo, bailaron un "Si vas para Chile" donde nadie aguantó la emoción de esta historia.

Luego de la fiesta, doña Hilda pudo ver retratos de cómo fue la infancia de Tyler y se comunicó con la madre adoptiva del hombre. "Primero que nada darle las gracias a usted por haber hecho un hijo de bien, es un gran hijo y decirle que no se sienta culpable de lo que pasó. Las dos fuimos víctimas del gobierno chileno", dijo doña Hilda.

Por su parte, Carol Graf, mamá adoptiva de Tyler le respondió: “para mi es muy importante decirle lo mucho que me duele el corazón cuando me enteré lo que en verdad pasó y de madre a madre, fue algo muy terrible lo que pasó".

Doña Hilda dice que ahora ella ayudará a encontrar a los otros miles de niños que fueron arrebatados de sus mamás en Chile para darlos en adopción. Será una tarea gigante, ya que se estima que pudieran ser entre 20,000 y 50,000 casos.

El primer paso de sanación ya lo dio al dar el biberón y hacer dormir a su nieto como si fuera el hijo que le quitaron.

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