"Nos agarró migración, no nos explicaron nada, con la misma nos devolvieron. No nos dijeron si iba a haber paso en algún momento", denuncia la guatemalteca Bertila Salazar, de 48 años, que caminó 2,000 millas desde Izábal hasta El Paso, Texas, con su hija de 14 años. Cuando las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza la expulsaron a Ciudad Juárez eran las 8:00pm: "Fue desesperante, no sabíamosa dónde agarrar. Tuvimos que preguntarle a los taxistas que dónde había un albergue", cuenta. Así llegaron al mismo lugar que Caal y Choc. "Yo no quiero regresar a Guatemala, está muy perra la situación allá", asegura. Explica que la finca en la que trabajaba, una productora de bananas, se inundó con el paso del huracán Iota y ella, como muchos, se quedó sin empleo. Tiene la esperanza de que en algún momento reabran la frontera y puedan solicitar asilo: "Voy a esperar". Crédito: Anna Clare Spelman/Univision