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ADN

Su madre pasó años buscándolo: tres décadas después, lo identifican gracias a sus restos óseos

Los restos de una persona hallada hace 31 años en una zona rural de Ohio fueron identificados como los de Robert A. Mullins. Los investigadores cruzaron información de bases de datos de DNA, lo que les permitió encontrar a unos primos lejanos quienes aportaron pistas para conocer su nombre y su origen.
Publicado 14 Dic 2022 – 02:35 PM EST | Actualizado 14 Dic 2022 – 03:40 PM EST
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En 1991, un grupo de cazadores se topó de manera fortuita con los restos óseos de una persona en una tumba en una zona rural de Ohio. Fue a principios de noviembre pasado, más de 30 años después, cuando una familia de ese estado pudo conocer que se trataba de un primo desaparecido cuya madre lo buscó durante años: Robert A. Mullins.

Según informó el martes la oficina del alguacil del condado de Pickaway, el 1 de noviembre de 1991 un grupo de cazadores hallaron una tumba poco profunda junto a un camino rural privado, ubicado en el lado norte de la ruta estatal 56 este, justo al oeste de la ruta estatal 159, a unas 38 millas al sureste de la ciudad de Columbus.

En su interior, el grupo encontró los huesos de una persona. En aquel momento, las autoridades hicieron el levantamiento de los restos e iniciaron una investigación.

Pruebas iniciales a los restos óseos

Inicialmente, se pensó que los restos pertenecían a algún poblador indígena de la región.

Sin embargo, luego de una revisión detallada por parte de un grupo de antropólogos, se determinó que los restos humanos habían estado enterrados en el subsuelo por no más de tres años.

Por sus características anatómicas, los especialistas creyeron que pertenecían a una mujer de cinco pies y tres pulgadas de altura y de unos 25 años.

Las investigaciones para intentar dar con la identidad de la persona hallada y determinar de qué manera había fallecido continuaron durante años.

En ese tiempo, la oficina del alguacil de Pickaway colaboró con distintas oficinas forenses y con el departamento de antropología de varias universidades sin que lograran resultados en las investigaciones.

Examenes genéticos

En 2012, los huesos fueron examinados por científicos de la Universidad del Norte de Texas, quienes intentaron extraer información genética de ellos.

Según el alguacil, esos estudios tuvieron éxito y se logró demostrar que se trataba de un hombre. Además, se dijo que el individuo podía tener ascendencia originaria del subcontinente indio.

Nueve años más tarde, en 2021, un teniente de ese condado de nombre Johnathan Strawser decidió utilizar los bancos de datos de genealogía genética, un archivo vivo que contiene la información del ADN de millones de personas que puede hacer conexiones familiares mediante datos.

“Debido a la condición de los huesos, se requirieron pruebas especializadas adicionales”, indicó la oficina del alguacil de Pickaway, Matthew O. Hafey, en un comunicado.

Al final, las pruebas arrojaron un perfil de ADN adecuado para la genealogía genética de la persona, dijo el alguacil.

Fue en enero pasado cuando la oficina de Strawser contrató servicios de investigación genealógica de la empresa AdvanceDNA, con el objetivo de conocer la identidad del hombre y resolver este misterio de más de 30 años.

Bases de datos de ADN

AdvanceDNA cargó el perfil de ADN en las bases de datos de las compañías Family Tree DNA y GEDmatch. Los resultados de la investigación inicial arrojaron que el padre del hombre probablemente tendría conexiones genéticas con personas del estado de Virginia, en particular unos primos lejanos; su madre, por su parte habría sido de ascendencia inglesa e india, con inmigración reciente a los Estados Unidos.

Fue justo el pasado 1 de noviembre, 31 años después de haber sido localizados los restos óseos en la zona rural del sureste de Ohio, cuando los investigadores de AdvanceDNA se reunieron con el alguacil Hafey, el teniente Strawser y otros involucrados para informar que habían logrado asociar a nueve ciudadanos, quienes se determinó que eran parientes de Robert A. Mullins, de Columbus, Ohio, a quien pertenecían los restos óseos.

La familia informó a las autoridades que Mullins desapareció a fines de 1988 o principios de 1989, cuando tenía 21 años, que medía cinco pies y tres pulgadas y vivía en el lado noreste de Columbus.

Adicionalmente, la familia aseguró que se realizaron esfuerzos para localizarlo a través de los años, sin embargo, los intentos resultaron infructuosos. La ausencia del hombre, dijeron, fue una gran fuente de dolor en sus vidas, especialmente para su difunta madre Catherine, quien nunca dejó de buscar a su hijo.

La oficina del alguacil informó que al identificar a Mullins podrán manejar su caso como activo. El siguiente paso es determinar las causas de su fallecimiento hace más de tres décadas.

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