¿Quién es realmente Adela Noriega? Nos lo dicen los que la conocen
Por: Gilberto Barrera
Colaborador invitado
Las esporádicas apariciones de Adela Noriega en la pantalla la marcaron como un personaje singular: todos los productores desean trabajar con ella, los paparazzi más intrépidos la buscan por cielo, mar y tierra y sus fans la celebran desde lejos. Paradójicamente, la estrella que más ha brillado en la televisión, vive en un oscuro corredor repleto de misterio.
No se trata de un tema nuevo: desde sus inicios cuando fue la modelo en el video 'Palabra de Honor' de Luis Miguel o cuando protagonizó la novela juvenil 'Quinceañera' en 1987 nunca se le conoció como una mujer sociable, las entrevistas en los medios rosas la mostraban como una niña atenta pero ajena a controversias.
Desde afuera Adela –la actriz– es conocida como una compañera única, discreta y con una virtud que pocas tienen: un rostro espectacular que cautiva hasta a los actores más exigentes, como Andrés García con quien trabajó en 'El privilegio de amar'.
“Es una niña hermosísima y angelical. Hizo un papel extraordinario, era muy buena actriz (...), muy bien portada, muy dedicada a sus papeles, no le da lata a nadie y hace todo muy bien. Mentiría si te digo que me pidió algún consejo, siempre estaba enfocada en lo suyo. No la he vuelto a ver, desde esa ocasión”, declaró el actor a Univision Entretenimiento.
A pesar de que Adela era una mujer tímida y hasta encorvada antes de entrar a escena, su personalidad se transformaba a la hora de grabar, alzaba la voz, se dirigía con seguridad. Pero en corto, la actriz que paralizaba a todos con una mirada se la pasaba frotándose la manos en las entrevistas, vivía atenta a los detalles incluso con cierta obsesión y siempre, siempre, se mantenía resguardada por su asistente -una menuda chica llamada Cristina- que atendía a la actriz bajo las órdenes de su hermana Reyna.
La presencia de su hermana era tan fuerte en su vida, que era ella quien le cuidaba todos los detalles, desde sus millonarios contratos de exclusividad hasta lo que comía mientras grababa. Personas que trabajaron con ella en la producción de Salvador Mejía cuentan que Adela tiene un apego muy particular por su familia, siempre estuvo cuidándolos, tiene un amor inimaginable por sus sobrinos y parece que vive en un mundo alterno: no hay nada que la agobie a la hora de estar junto a los suyos.
Mil virtudes y un defecto
Los que trabajaron con ella aseguran que uno de sus grandes defectos tiene que ver con la impuntualidad. Cada una de las historias que escuchamos tiene la misma anécdota, pero no el mismo motivo. Dicen sus excompañeros que Adela llegó a detener las grabaciones de algunas telenovelas hasta por tres horas.
Mientras grababa la telenovela 'María Isabel' se le relacionó con el actor venezolano Fernando Carrillo. Se rumoró que vivieron un amor intenso y que el tiempo 'no pasaba' mientras estaban juntos (aunque en entrevista con Cristina Saralegui él habló de sus acercamientos, poco después ella lo negó a la presentadora).
Cuentan que en una ocasión la pareja mantuvo detenidas las grabaciones por casi cuatro horas. Al salir del camerino, mientras Carrillo enfrentaba con vergüenza las miradas de sus compañeros actores, ella se comportaba como si no hubiera pasado el tiempo.
El conflicto por la impuntualidad de ambos actores fue tan fuerte que recibieron una orden que establecía que las horas extras que se generaran por sus retrasos, serían pagadas por ellos. A pesar de supuestamente haber tenido una relación de pocos meses, ni el mismo Fernando tenía información de ella. Cuando Adela termina un proyecto desaparece sin dejar rastro.
'Amor real' fue otra de las telenovelas más representativas de la actriz. Ahí compartió créditos con los actores Mauricio Islas y Fernando Colunga. Con este último conformaba 'la gran pareja romántica del momento', sin embargo cuando se apagaban las luces del foro, la relación de ambos era distante, no compartían ni un momento y se separaban a la primer provocación. ¿El motivo? Una vez más la impuntualidad de Adela que crecía frente al profesionalismo de Fernando.
Durante las grabaciones de la telenovela 'El privilegio de Amar', el actor Andrés García terminó invitando varias veces al equipo de producción a comer a un restaurante argentino del rumbo de Polanco para hacer tiempo, mientras Adela llegaba a la locación. Esta situación desataba la furia de actrices como Helena Rojo ante la falta de respeto de la actriz por el tiempo de los demás.
A pesar de esa imagen negativa, Adela tenía la capacidad de cautivar a los actores, técnicos y periodistas. Con su sonrisa y un gesto lograba calmar 'a las fieras' y esa es una virtud que siempre la justificó.
Pocas artistas pueden presumir de una amistad cercana con Adela Noriega. Una de ellas es Chantal Andere, quien trabajó con Noriega en las novelas 'Dulce Desafío' y 'Amor Real':
“Las dos experiencias que tuve con ella fueron extraordinarias. Fuimos muy buenas amigas, nos llevábamos muy bien, nos divertíamos mucho, platicábamos mucho. Estábamos prácticamente todo el tiempo pegadas. Muy buena compañera, una mujer muy curiosa, le gusta mucho su trabajo, muy disciplinada y siempre muy correcta y linda con todo el mundo.
La última vez que hable con ella fue como hace un año y medio que ella vino a México. (...) Siempre fue muy discreta con su vida personal, cosa que me parece muy bien. Tiene todo el derecho de hacerlo y nunca fue una persona que le gustara estar en el escandalo o el ojo del huracán”, dijo a Univision Entretenimiento.
El misterio de su paradero
Lograr una foto actual de la actriz es el reto de cualquier paparazzo. Su cabeza tiene precio: en las mesas de información de las redacciones se ha establecido un bono para quien logre encontrar a la actriz, y es que a Adela no se le ha visto desde 2008 cuando terminó la telenovela 'Fuego en la sangre'. Ahí compartió créditos con la actriz Silvia Pinal quien asegura que la cerrazón de una celebridad como Noriega es producto de su propio trabajo.
“El trabajo que tenemos a veces nos obliga a ser herméticas ¿no?", afirmó Pinal a Univision Entretenimiento. "No siempre podemos estar abiertas, pero Adela es un encanto, es una chica que ha dejado muchas cosas buenas en la historia de la televisión”.
El anonimato es la mejor arma que ha manejado la actriz. No hay registros abiertos de propiedades, nadie sabe a ciencia cierta en dónde vive: se especula que reside en Los Angeles y que tiene un departamento en Polanco.
Tampoco existen médicos que hablen abiertamente de ella como paciente. Dicen que tiene un problema severo en la piel ocasionado por su nerviosismo: puede comenzar un proyecto con la piel tersa pero con el paso del tiempo -cuando las jornadas de grabación generan tensión-, el acné la ataca en la barbilla y la frente. En medio de una crisis en el set de 'Amor Real' le ofrecieron ir a un dermatólogo y ella sólo contestó: “Sí flaca, (su muletilla favorita) voy a ir” y nunca más volvió a tocar el tema.
Por ahora, no hay evidencia de que Adela esté preparando su regreso a la televisión. No es una actriz con la que se pueda tomar el teléfono y hablar fácilmente: se requiere pasar filtros (primero su asistente, después su hermana y rara vez contesta) y eso la hace completamente lejana.
El actor Rodrigo Vidal -con quien también trabajó en 'El Privilegio de amar'- asegura que es un ser humano excepcional pero que el misterio con el que se maneja es abrumador: "No comprendo cómo una persona tan linda, tan amable, tan sociable, tan educada, tan llena de virtudes prefiera estar tan hermética".
Los niveles de audiencia que han generado las telenovelas en donde participó Adela Noriega, han marcado récord en la historia de la televisión. Según un estudio de audiencias que se distribuye dentro de Televisa, ella es un 'producto' altamente rentable, tiene una gran empatía con su público y las amas de casa la adoran por no verla como una competencia, si no como un reflejo: todas sufren como ella pero encuentran al amor de su vida y tienen la opción de ser felices.
Adela es la referencia de la vida perfecta, aunque al salir de los foros viva en un ostracismo sin dejar opción a ser encontrada. Es la estrella que parece que le tiene tanto miedo a la fama que se la pasa huyendo de ella.